Una hipoteca a tipo fijo es un tipo de hipoteca en la que se aplica el mismo tipo de interés durante toda la vida del préstamo, con lo cual la cuota mensual a pagar siempre va a ser la misma. El banco ofrece el préstamo hipotecario a un tipo de interés fijo, no depende de ningún índice de referencia, por lo que las cuotas mensuales no aumentan ni disminuyen como consecuencia de las fluctuaciones de los mercados financieros.
Las entidades financieras suelen ofrecer un tipo de interés más bajo para préstamos hipotecarios cuando el cliente domicilia su nómina, hace uso de tarjetas, contrata algún tipo de seguro, vincula un plan de pensiones, etc. Es habitual que si el cliente no cumple con las condiciones pactadas o deja de tener contratado alguno de los productos vinculados a las condiciones del préstamo hipotecario, la entidad financiera no aplicará el descuento en el tipo de interés conforme a lo establecido en el contrato, con lo cual en este caso sí que subiría la cuota mensual a pagar.